Un viaje hacia el descubrimiento

Dicen que alguna vez fui fotógrafa, algunos que lo soy, yo todavía no lo decido...

Por lo pronto, feliz día a todos aquellos que abrazan este arte, esta arma, este antídoto.

ARTE: La fotografía es arte en su forma más pura. Siempre estará impregnada de esa sensibilidad que nos permite detenernos en un detalle, en ese "blink" fugaz que pasa desapercibido para muchos. Cada fotografía es una obra maestra en sí misma, una expresión única de la creatividad que fluye a través de la lente.

ARMA: Pero la fotografía es también un arma poderosa. Es capaz de tomar prestada el alma de los instantes, de capturar la esencia de un momento que fue o que fuiste en un momento dado. Es un instrumento para mostrar la realidad, para revelar verdades ocultas, denunciar injusticias, celebrar la belleza y, a veces, esconder secretos bajo su velo.

ANTÍDOTO: La fotografía es un antídoto contra el implacable paso del tiempo. Nos ayuda a enfrentar el temor a lo efímero, a hacer eterno lo que parece imposible de retener. Cada fotografía es una cápsula del tiempo que nos permite revivir momentos, sentir emociones pasadas y viajar atrás en el tiempo cuando lo deseamos.

Gracias, a esta profesión que aún no he tomado. Gracias por enseñarme a ver el mundo con ojos más atentos y apreciativos. Gracias por brindarme un escape de mí misma, por permitirme adentrarme en la vida de los demás sin ser la protagonista. La fotografía es mi ventana al mundo, mi pasaporte a la belleza, mi forma de explorar, experimentar y expresar.

Así que, aunque no haya decidido si soy o no una fotógrafa, hoy celebro esta forma de arte que me ha llevado a descubrir pasiones, a apreciar la magia de lo cotidiano y a capturar la esencia de la vida en cada clic. La fotografía es mi eterno compañero de viaje en el camino hacia el descubrimiento que me presentó la comunicación, el diseño, las redes y, porqué no?, mi trabajo.